Paradores Nacionales de Turismo de España
Comenzaremos el blog con una pequeña introducción a los Paradores de Turismo de España, más comúnmente conocidos como Paradores Nacionales, o simplemente, Paradores. ¿Cuántas veces hemos oído las expresiones “Vamos al Parador” o “Ahí está el Parador”? Se trata de una cadena hotelera pública que comenzó su andadura en tiempos de Alfonso XIII, allá por 1928, que gozó de gran impulso en los años sesenta de la mano de Manuel Fraga Iribarne y el Ministerio de Información y Turismo llegando a inaugurar 16 Paradores en tan sólo un año, 1966. Llegando a nuestros días, la cadena roza la centena de Paradores en el momento de escribir este texto, con presencia en todas y cada una de las provincias del territorio nacional, a excepción de las Islas Baleares que próximamente gozarán de su primera inauguración, y traspasando ya las fronteras españolas con el Parador De Casa Da Ínsua de cinco estrellas en Portugal.
Algunos de los más míticos Paradores de la red son el de Gredos, en Ávila, el primero de la red e inaugurado en 1928 aunque a modo de albergue originalmente. El Parador de Oropesa, el primero en levantarse sobre un edificio histórico-artístico, concretamente en 1930. El Parador de Granada, que nos permitirá gozar de la magia de dormir dentro del recinto de la Alhambra. El de Santiago de Compostela, uno de los más bellos y lujosos de la red con sus cinco estrellas junto a la catedral y en la mismísima Plaza del Obradoiro, que puede presumir de ser el hotel más antiguo del mundo, hospedando peregrinos desde tiempos inmemoriales. Y la joya de la corona, el espectacular Parador de León con otras cinco estrellas, cuya reapertura tras una larga restauración se ha anunciado para diciembre de 2020.
EPero más que tratar de adentrarnos en la Historia de la red nacional de
Paradores, vamos a centrarnos en algunos consejos para disfrutar al máximo de
la experiencia ofrecida.
Primero de todo, es más que conveniente y recomendable hacerse Amigo de los Paradores. Se trata del típico programa de fidelización, pero que al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los casos, además de ser gratuita, percibes ventajas desde el primer momento. Por ejemplo, la primera vez que te hospedas en un Parador siendo Amigo, te invitan al desayuno. Puedes visitar otras entradas del blog para comprobar lo mucho que merecen los desayunos de buffet en la red de paradores. Es recomendable que cuando tengas claro que vas a reservar en un Parador, te hagas Amigo justo antes, pues la oferta del desayuno gratuito tiene un período de validez de tres meses, y sería una pena perder esta oportunidad. Además, cada vez que te hospedes en un Parador siendo Amigo, recibirás un ticket con el que te invitan a una consumición en la cafetería o bar, ya sea un vino, una cerveza, un café o un simple refresco. Por último, por cada tres euros de gasto que realizas tanto por la habitación como por el restaurante, acumularás un punto de saldo que podrás canjear en el futuro por estancias gratis. ¡Son todo ventajas!
Es importante saber que existen tres tipos de Paradores, pues dependiendo de lo que estés buscando para esa escapada especial, te puede interesar una cosa u otra en mayor o menor medida.
Por un lado, tenemos los Paradores Civia, hoteles urbanos que
se encuentran dentro de las ciudades, generalmente en el centro, en edificios
modernos y orientados no sólo al ocio sino también a viajes de negocios y
eventos de empresa como bien demuestra su oferta de “desayuno madrugador” o
incluso espacios de fitness o de copas de los que disfrutar tras una jornada de
trabajo. Un ejemplo puede ser el Parador de Alcalá de Henares, en la provincia
de Madrid.
En segundo lugar, tenemos los Paradores Naturia, que al contrario
de los Civia se encuentran fuera de las ciudades, rodeados de naturaleza, en
paisajes únicos. Algunos ejemplos son el ya mencionado Parador de Gredos, en la
sierra del mismo nombre, o el Parador de Fuente Dé, a los pies del Parque
Nacional de Picos de Europa.
Pero en este blog, sin perder de vista los dos anteriores, trataré de
priorizar el tercer tipo, es decir, los Paradores Esentia, por ser aquellos
con un mayor encanto bajo mi punto de vista, al adaptar como hotel espacios
históricos únicos, como castillos, palacios o monasterios, y que mejor captan
la esencia, como su categoría indica, que los ha convertido en Historia, siendo
en muchos casos espacios testigos de las vicisitudes de nuestro país y para
todo tipo de reyes, infantes, virreyes o marqueses. Explorar las distintas
estancias en este tipo de espacios es en sí mismo una auténtica delicia.
Una mención especial merecen los denominados
como Paradores Museo. De entre
aquellos Paradores que se encuentran en edificios históricos, existe a día de
hoy un grupo reducido en los que como valor añadido, el visitante podrá
sumergirse en la Historia del sitio, su arte, arquitectura, personajes
ilustres, secretos y leyendas, etc. Algunos de los más destacados en este
aspecto, pueden ser el de Santiago de Compostela, el de Granada, el de Úbeda
(Jaén) o el de Oropesa (Toledo).
Hospedarse en un Parador Nacional debe entenderse como una
experiencia en sí misma. Por ello, si tu idea es utilizarlo únicamente para
dormir, es mejor que busques otro hotel con un precio más ajustado. Y en todo
caso, siempre podrás programar una visita al Parador para tomar un café. El
Parador es un lugar para disfrutar de sus instalaciones y estancias, para
recorrer sus recovecos y sorprenderse ante la celda de un antiguo santo, o
parar el mundo y disfrutar de una lectura en el salón del trono de turno. Todo
esto se debe entender en conjunto con su oferta culinaria, en línea con los
productos de la zona, y a menudo renovándola con cierto toque de cocina moderna
y de autor, pero sin dar la espalda ni olvidar las raíces del lugar y la base
gastronómica de la región.
Espero que las experiencias aquí recopiladas, vayan aumentando a lo largo del tiempo. Ante todo, espero que te resulten útiles ya sea para salir de dudas y lanzarte, o para descubrir un nuevo mundo.
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